El Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos ha pedido a la población que se aleje de los sapos, debido a que algunos de ellos, los Incilius alvarius excretan una potente neurotoxina que puede hacer que una persona enferme o incluso muera tan solo si se sujeta el animal con las manos o se llega a ingerir la sustancia.
Básicamente gente, no chupéis sapos.