Leyendo una noticia sobre rayos cósmicos, me encuentro con este artículo interesantísimo de Amaterasu, el ultraenergético rayo cósmico de origen desconocido donde un rayo cósmico de ultra alta energía ha sido detectado por un equipo de investigadores internacionales.
El rayo, denominado Amaterasu en honor a la diosa del sol japonesa, tenía una energía de 244 EeV, lo que lo convierte en el segundo más energético jamás observado.
Los rayos cósmicos son partículas subatómicas que viajan a velocidades cercanas a la de la luz. Se cree que su origen está relacionado con los fenómenos más energéticos del universo, como los agujeros negros, los estallidos de rayos gamma y los núcleos galácticos activos.
Sin embargo, el origen de Amaterasu es un misterio. La dirección desde la que llegó no coincide con ninguna galaxia o objeto astronómico conocido que se considere fuente potencial de rayos cósmicos de ultra alta energía.
Los investigadores plantean varias hipótesis para explicar el origen de Amaterasu. Una posibilidad es que se haya producido una desviación magnética mucho mayor de lo previsto por los modelos actuales. Otra posibilidad es que la partícula proceda de una fuente no identificada en el vecindario extragaláctico local. Por último, también podría ser que nuestra comprensión de la física de partículas de alta energía asociada a los rayos cósmicos esté incompleta.
El descubrimiento de Amaterasu es un importante paso adelante en el estudio de los rayos cósmicos. Los investigadores esperan que su estudio ayude a esclarecer los orígenes de estos enigmáticos fenómenos.
